A las puertas de una nueva estación, con un lavado de cara

¡Buenos días!

¿Qué tal el comienzo del día? Espero que fenomenal, y bien despiert@s.

Como podéis ver, en "Pequeño Encargo de un Conejo Blanco", estamos de cambios, retoques por aquí y por allá, dándole una nueva cara al blog, más acorde con la cabecera, y poniéndolo todo más ñoño y romanticón si cabe.

Me gustaría que me dierais vuestra opinión, si os gusta, si no, si habría que mejorar algo. Otro tema importante a tener en cuenta, es que no todas las pantallas tienen la misma resolución, algo que iremos mejorando en estos días.

Aprovecho para darle las gracias a mi amor, por tener tanta paciencia conmigo y plasmar mis ideas en esta pequeña ventana al mundo. Cuando me quedo detrás de él observando códigos, lenguajes para mi desconocidos, y de vez en cuando también, porqué no..algún que otro suspiro desalentador, que también los hay.

Supongo que a mi todo esto se me queda tan grande, como a aquel que no ha cogido en su vida un alicate y se lanza a engarzar abalorios, por poner un ejemplo.

Cambiando de tema, el verano llega a su fin. Personalmente, he pasado un verano bastante caluroso, me imagino que tod@s, habremos tenido la misma tónica. Pero ya comienzo a echar de menos las tardes más largas, los madrugones con temperatura agradable, abrir las ventanas. Para mi, síntoma todo ello, de que se acerca el otoño. Qué extraño sentimiento de melancolía cuando se acaba una etapa y comienza otra. ¿Qué traerá consigo el otoño? Pues apunto estamos de descubrirlo.

Os deseo un feliz fin de semana, de ser vosotros mismos, de quitaros los uniformes.

Un abrazo